Te vas
y cada paso que das me ahueca,
a quemarropa,
a medida que te alejas.
Vuela una lágrima pasajera;
entre la gente se cuela
y puede herir a cualquiera.
Una bala angelical
eso es tu despedida;
me consuela saber
que viaja directo a mí.
Te vas
y mientras desvanezco me pregunto:
¿adónde irá a parar
lo que dejás escapar
como si nada sucediera?
Te vas
sin rumbo
y caminar por la peatonal
es patear un tablero de ajedrez;
me consuela saber
que te fuiste y yo caí.
ves boludo?
ResponderEliminarEste es el próximo libro. Todos estos escritos que venís subiendo en el último tiempo.
abrazo
gringo
p.d: hagamo un asado, tomemo un ferne